Jamás cambiaría mi ser, para poder pertenecer... La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver mas allá . . . Propia filosofía de vida
♡ ☮ ♪✿
Tanta fuerza y tanto amor hacen al mundo girar, algún día lo descubrirás . . .
30 de julio de 2022
27 de julio de 2022
El tigre y el dragón - David Lebón
Él buscaba simplemente encontrar aquella parte que faltaba en él quería entender.
"Una abeja vive 40 días, visita unas mil flores y produce una cucharada de miel; para nosotros es una cucharada de miel; para la abeja es toda una vida".Howard Zinn.
Somos, entre todo lo que somos, lo que estas ausencias han hecho con nosotros. Pero nunca hay que olvidar eso, que somos, que estamos y que pertenecemos a algún lugar aunque lo hayamos tenido que construir con nuestras propias manos.
Facundo Del Aqua
19 de julio de 2022
La serpiente y la luciérnaga. Fabula.
Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.
Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada.
Al tercer día, la Luciérnaga paró y fingiéndose exhausta, dijo a la serpiente:
– Espera, me rindo, pero antes de atraparme permíteme hacerte unas preguntas.
– No acostumbro a responder preguntas de nadie, pero como te pienso devorar, puedes preguntarme.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No.
– ¿Te hice algún mal?
– No.
– Entonces, ¿Porque quieres acabar conmigo?
– Porque no soporto verte brillar.
La luciérnaga se atrevió a recabar esa información, porque quería entender la situación que a todas luces le parecía sin sentido.
Una vez enterada de la envidia de la serpiente, se limitó a sonreír y volar más alto y rápido aún, con lo que la serpiente se quedó con ganas de ese bocado tan luminoso que demostró estar fuera de su alcance.
En un guiño final de su luz, el bichito alado le gritó a la serpiente, muy encima de ella:
-“Es hora de que aprendas a brillar tú misma de un modo tan hermoso que aún nosotras las luciérnagas, observemos con admiración, tu gran resplandor”.
Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada.
Al tercer día, la Luciérnaga paró y fingiéndose exhausta, dijo a la serpiente:
– Espera, me rindo, pero antes de atraparme permíteme hacerte unas preguntas.
– No acostumbro a responder preguntas de nadie, pero como te pienso devorar, puedes preguntarme.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
– No.
– ¿Te hice algún mal?
– No.
– Entonces, ¿Porque quieres acabar conmigo?
– Porque no soporto verte brillar.
La luciérnaga se atrevió a recabar esa información, porque quería entender la situación que a todas luces le parecía sin sentido.
Una vez enterada de la envidia de la serpiente, se limitó a sonreír y volar más alto y rápido aún, con lo que la serpiente se quedó con ganas de ese bocado tan luminoso que demostró estar fuera de su alcance.
En un guiño final de su luz, el bichito alado le gritó a la serpiente, muy encima de ella:
-“Es hora de que aprendas a brillar tú misma de un modo tan hermoso que aún nosotras las luciérnagas, observemos con admiración, tu gran resplandor”.
Kitsune
La palabra japonesa kitsune significa «zorro», animal que constituye un elemento de singular importancia en el folclore japonés, hasta el punto en que dicha palabra se utiliza tradicionalmente para nombrar a aquel espíritu del bosque con forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas.
El Kitsune es una criatura mitológica muy popular en Japón, al que se lo relaciona estrechamente con «Inari», la deidad japonesa de la fertilidad. Las leyendas lo describen como un animal astuto y sagaz, dotado de poderes sobrenaturales con los cuales hace sus travesuras.
Cuando un kitsune obtiene su novena cola, su pelaje se vuelve blanco o dorado. Los kitsune tienen la habilidad de ver y oír cualquier suceso que ocurra en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente, además de los poderes tradicionales de los kitsune.
El Kitsune es una criatura mitológica muy popular en Japón, al que se lo relaciona estrechamente con «Inari», la deidad japonesa de la fertilidad. Las leyendas lo describen como un animal astuto y sagaz, dotado de poderes sobrenaturales con los cuales hace sus travesuras.
Cuando un kitsune obtiene su novena cola, su pelaje se vuelve blanco o dorado. Los kitsune tienen la habilidad de ver y oír cualquier suceso que ocurra en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente, además de los poderes tradicionales de los kitsune.
Ikigai
Ikigai es un concepto japonés que no tiene una traducción literal, pero puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser», lo que hace que la vida valga la pena ser vivida. Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda interior, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda se considera de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae sentido de la vida, y a su vez un motivo de satisfación con la vida.
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