Y las cosas podrían ser muchísimo más fáciles si no tuvieses esas facciones porteñas
desdibujadas y grises que hacen de eso que sos un caracol sin gracia. Yo sé que te duelo.
Sé que a veces pensás que soy de esas minas que da gusto sentarse y tomar mate y
después jugar a los almohadonazos mientras suena un tema de Edith Piaff y tu est
partout... y te molesta porque pensás que en alguna otra casa por ahí exista alguna otra
mina con la que también de gusto sentarse y tomar mate, pero lo de los almohadonazos
lo dudás, y lo de Edith también, aunque vos odiás todo lo que tenga que ver con París.
Decís "qué estupideces, nena, ¿no te das cuenta que somos porteños?"y ponés Malevaje
y yo me deprimo tanto, que agarro un pincel y te empiezo a hacer cosquillas para
revertirlo y otra vez decís "qué estupideces, nena." y refunfuñás bajito, y cebás el mate,
y decís "ya está lavado", y a mí me encanta cuando te quejás porque me encanta todo lo
tuyo. Sé que te duelo porque no querés quererme, te molesta, preferirías querer a una
chica de esas como las que salen en la tele, con los culos y las tetas esas que te calientan
tanto y a mí me da celos y hago de cuenta que me calientan los hombres esos que salen
en esas revistas que nunca leo, y agarro la revista y le doy un beso a la tapa y vos no
decís nada pero pensás "qué estupideces, nena", aunque no lo decís porque un poquito
de celos también te agarran. Y todo sería más fácil si en vez de ser tan serio te rieras un
poco, si en vez de querer enredarme en ese tejido de lanas negras cedieses y jugases
conmigo otro poco... pero sos aburrido. Yo sé que te duele que yo me divierta tan fácil:
cuando sonrío me mirás con envidia y a veces me gusta y a veces me arde, y a veces
nada. Y qué pasa si no encontrás nada mejor que yo. Existe el amor comuncito ese de
trapo: se elije al otro y ya: se construye, se edifica, todo es metódico: ladrillo, ladrillo,
primer beso, "te amo tanto", compromiso, casamiento, casa, hijos, vacaciones de fin de
semana. Sos tan oscuro que seguro que conseguís algo de eso, las mujeres son todas
tontas. Pero también existe el amor sideral, ese de estrellas en donde uno no elije nada,
y la panza cruje, y el corazón-helecho el corazón-coral el corazón-corazón. Claro
que no sabés si el nuestro es un amor comuncito o un amor sideral, porque "Toc, toc,
tenés un pajarito en la cabeza. Toc, toc, te picotea todo el tiempo, quiere que le des de
comer comida argentina." que te jode y no te deja nada. Pobrecito. Vos sabés que
siempre hablo de amor y que me gusta, y me escuchás con atención sólo porque a mí
todo me abraza, y soy esta cascada de miel y crema... pero cuando yo hablo del amor,
no me prestes atención si nunca sé bien lo que digo. Ya no puedo pedirte "porfavor
enseñame a amar porque nadie más podría" porque vos buscás una maestra, y no una
alumna. No te importa que te admiren: porque sabés cuán inútil es ese sentimiento, y
vos desdeñás todo lo que no te sirva, y eso porque tenés un pajarito en la cabeza y yo
en la cabeza no tengo nada. Vos sabés cosas de Vargas Llosa y yo sólo apenas sé su
nombre, y me aburre el noticiero, y no doy con el perfil de mujer que incuba iras
ideológicas ni movimientos sociales, soy de otro linaje, no del tuyo, para mí la vida es
otra cosa que ni yo entiendo... pero igual tengo sueños, a veces pienso que con eso va a
bastarte, pero no: vos buscás a esa mina del culo y de las tetas de las minas de la tele,
que incube iras ideológicas y movimientos sociales, con la que de gusto sentarse a tomar
mate y que sea a la vez esta cascada de miel y crema, pero yo con tu cabeza no puedo.
No perdón, no con el pajarito. Y cabe recalcarte que no te equivoques, que por no tener
nada en la cabeza yo no soy tonta, porque lo que me falta en los sesos los tengo en el
alma, y es ahí donde reside la verdadera sabiduría, cabeza de choclito agridulce, y el
pajarito toc toc te picotea los granos. Y qué si un girasol me conmueve más que un
discurso, qué si a la vida la toco y no la leo, ¿qué pasa?
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