Cuando alguien no me atrae en lo mas mínimo me es muy fácil ser como soy, chispeante, viva, torpe humorista, no rígida y hasta a veces un poco audaz. Pero cuando alguien me gusta, eso lo complica todo. Me tenso y las palabras no me salen, y la conversación que siempre me surge naturalmente comienza a parecer una situación de piedra. Pero no le puedo decir al otro: eu escucha, me pongo así y no puedo romper el hielo porque me gustas. Sería demasiado estúpido de mi parte. Así que me hago bolita y ruedo, metafóricamente hablando, y así terminan las historias con los chicos que me gustan de verdad y se ven interesados en mi.
Jael
No hay comentarios:
Publicar un comentario