-¡Como quisiera dejar de amarlo !
Le dijo ella entre sollozos.
-¿Para que quieres eso?- Le preguntó
"Para ya no necesitarlo.
Ni llorar su ausencia.
Ni suplicar su regreso.
Para que ya no me duela más el corazón de sentirlo ajeno.
Para sentirme completa y no a medias.
Para tener un futuro a su lado y no esta incertidumbre que me carcome el alma".
-En todo caso- dijo tomando sus manos débiles y temblorosas- La solución no se encuentra en dejar de amarlo. La respuesta está en AMARTE A TI MISMA.
Cuando te ames como mujer y como ser humano entenderás que no necesitas de nadie más para ser feliz. Que dejarás las lágrimas por lo que realmente vale la pena y si un hombre lo vale lo menos que sentirás será tristeza. Entenderás que no puedes suplicar el regreso de alguien ni retener su estadía pues nada te pertenece y que cuándo alguien quiere quedarse simplemente no se va.
Cuando te ames te dejará de doler el corazón porque lo que te duele es el vacío y la ausencia de tu propio amor. Entonces te darás cuenta que nadie llega para completarte la vida si no para complementarla. Y que nunca tendrás un futuro si lo que estas buscando es que alguien te construya uno.
Ella se secó las lágrimas, sorprendida saboreando el efecto de sus palabras.
Y entonces, se empezó a amar como nunca antes lo creyó posible.
Kok - Uhga
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