Yo te amé, no jugué con vos, me ahogué en el mar de tu corazón. Fue vivir, fue perderme ahí donde no quisiste meterte al fin. Igual a un niño yo te abrí mi mundo, de flores mágicas, de amor profundo, y vos fuiste esa chica enamorada, y un día te fuiste mientras llorabas. A buscar la vida en otras mil ciudades, a escaparte de la nieve gris.
Te perdiste por los arrabales de una vida que nunca fue tuya, y la grasa de las capitales te bañó de luces, te dejó en penumbras. Lo querrás, jugarás con él, pero yo conozco tu alma. Yo ya sé que te falta recorrer un largo camino muchacha. Yo te amé, no jugué con vos, me ahogué en el mar de tu extraño corazón. Descubrir es perderse al fin en los laberintos de la pasión.
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