Ya lo sé, soy invisible para Hache.

Y obvio que a mi si te veo se me desordena todo la estantería.
Salimos temprano porque el profe se descompuso. Primera vez en años que sucede. A la salida te crucé, de frente, como ya otra vez. Claro que como siempre no osaste a saludarme, con la diferencia de que está vez yo tampoco esperaba tu saludo. Bloquee mi mirada, mire hacía otro lado o clave mis ojos a lo lejos para no verte pasar a mi izquierda. Justo que le comentaba a la psicóloga que te extrañaba y que estaba triste y que hace mucho no te veía por ningún maldito lado. También se lo comenté a Barb "Porque será que no lo cruzo?" Y para que querés? Para estar mal? Porque te va a hacer mal. Fue su respuesta. Pero ahí estabas , un día, horas después de ese lunes. Enfrente mío como dos extraños que se cruzan. Ni siquiera extraños porque yo a los extraños les dirijo mi mirada amable y rostro a veces hasta con una imperceptible sonrisa. Como me hubiera gustado saludarte, que me saludes, poder de una buena vez cerrar está historia de mierda como dos personas adultas que somos. Porque yo te quise, y lo reafirmó. Porque para mi es así, recién cuando podes saludar a alguien que formó parte de tu vida se cierra está historia sin rencor. Pero no. Vos preferiste hacer como si yo no existiera y esquivarme la mirada que antes me exigías a quemarropa.
¿Cómo no pensar en vos? Llegué a la conclusión de que hay cosas que el tiempo no cura. O tal vez si, tal vez necesitaba mas tiempo. Tenía toda la vida para saberlo pero yo quería saberlo ahora mismo. Quería saber cuando te iba a olvidar, o al menos cuando iba a dejar de sentirte en ese hueco en el que ya no estabas. Y si el profe no se descomponía, si el ayudante venía 10 segundos después o antes a avisar que se fue, y si me iba al baño antes o me distraía con algo no te hubiera cruzado, y me hubiera evitado todo este enrollo mental triste y caótico que me causas y que me hace saber que estoy viva, que siento, más allá de respirar, que hay algo que duele y pincha y corta y no se va. Vos sabes a que forma de vivir me refiero. Con esa intensidad emocional que me caracteriza. Pero capaz preferiría no sentir y ser más como una planta. Pero volviendo al tema de que por esas cosas de la vida te crucé. Yo no creo en las casualidades y vos lo sabes. Pero que importa, si ya no lo sabrás nunca más. Tenía que ser así, te crucé y ya está. Mi vida sigue, con este pesar, y la tuya ni te cuento. Pero como me gustaría que me saludases, creo que es lo único que necesito para cerrar la historia. Terca como soy, me cuesta aceptar. Aceptar que vos no actuarías igual que yo. Que no necesitas saludarme para cerrar la historia. Que para vos eso ya se cerró y preferís hacer como si no me conocieras o yo no existiera. Yo no creo en las casualidades. Cada cual carga sus cruces como puede. Debiera cerrar está historia yo también. Dejar de tentarme por hablarte y seguir adelante. Ser feliz y que no me peses porque para mi eso es lo importante. No el hacer como si nada, si no ser feliz.
                                                                                                                 Jae. 29/08.