Vos me mirabas como si fuera magia
Como si nunca hubieras visto nada igual
Como si fuera exageradamente hermosa
Yo me intimidaba y te ordenaba correr la miradsa
Y me decías: no, ¿por qué? ¡si quiero mirarte! ¡déjame mirarte!
Y ahí estabas
Me mirabas
Sostenías la mirada
Y yo, desviaba la mía hacia cualquier otro lado
Y creo que nadie nunca me va a volver a mirar igual...
No hay comentarios:
Publicar un comentario