♡ ☮ ♪✿

Tanta fuerza y tanto amor hacen al mundo girar, algún día lo descubrirás . . .

30 de abril de 2020

Como olvidar que aún te quiero, mas que a vivir, más que a nada

Pueden pasar tres mil años
puedes besar otros labios
pero nunca te olvidaré
pero nunca te olvidaré
puedo morirme mañana
puede secarse mi alma
pero nunca te olvidaré
pero nunca te olvidaré
pueden borrar mi memoria
pueden robarme tu historia
pero nunca te olvidaré
pero nunca te olvidaré
¿como olvidar tu sonrisa?
¿como olvidar tu mirada?
puedes echarme de tu vida
puedes negar que me querías
pero nunca te olvidaré
SABES que nunca te olvidaré

16 de abril de 2020

''Porque todo el tiempo que pasé junto a ti, dejo tejido su hilo dentro de mi''
No sé si te ame mucho, no sé si te ame poco, pero si se que jamás volveré a amar así. Tú eras lo único que yo amaba, y te he dicho adiós.


13 de abril de 2020

Si el mundo se acaba...

Conci... ¿donde estarás? Hay pandemia mundial y me pregunto si estarás bien. Se que ella te cuida todo lo que yo no te cuide y eso me deja tranquila, pero me asusta el hecho de que se acabe el mundo sin haber tenido nuestra charla pendiente. Yo sé que nunca me volverás a hablar, ni siquiera es de tu agrado saludarme al pasar, y yo no quiero ir en contra de tu voluntad. La garganta se me anuda cada vez que te cruzo sin querer, cada que pienso en el fin, cada que algún recuerdo remoto e insconsciente me ataca por la espalda de forma despiadada contra mi voluntad. Charla pendiente repite mi cabeza. Jael, no pudiste cerrar la historia. ¿Cómo se empieza otra historia, otra vida, sin cerrar la anterior? Sin darle una conclusión moderadamente aceptable a todas las preguntas que rondan como demonios de tristeza en mi cabeza. Como no tengo opción lo escribo. Hache: yo te quise como jamás quise a nadie, y tristemente vos crees que nunca te quise. O que se yo, que mierda sé que crees vos. Jael, no podes ir por la vida creyendo saber lo que cree/siente todo el mundo.
Si el mundo se acaba... sé que no vendrías, tampoco yo lo quisiera, ahora hay alguien que ocupa ese lugar y me quiere como no me quisieron antes, o al menos con la constancia necesaria para que pueda perdurar.
¿Pero si el mundo se acaba sabrás que te quise como nunca he querido? ¿Sabrás que fue auténtico? ¿sabrás cuánto dolió dejarte ir? sabrás cuánto me arrepentí de darle lugar el patético orgullo, y recién tuve la visión clara cuando ya estaba lejos, muy lejos para volver atrás, para decirte ¡ey che! te quise una banda, y te dejé ir por pelotudaza.
Abrí tuiter porque estaba demasiado ahogada en lágrimas como para seguir sumergiéndome en la tristeza que me da pensar en el desenlace de nuestra historia y lo primero que apareció fue el tuit de una mina (que ni siquiera sigo) con tu apellido. Agustina Conc* dice... ni idea quien será, que bronca me da, porque yo no creo en las casualidades. Quizá deba dejar de escribir, para así dejar de encontrarte. Porque siempre que escribo te encuentro, eso me frustra, quiero escribir cosas lindas, quiero escribir sobre el mar, las mariposas, el viento... El viento y todo lo que no se llevó. Pero siempre me termino encontrando con vos, pero cuando escribo, cuando me abro todo me remonta a vos ¿o será al revés? porque siempre empiezo a escribir cuando tengo muchas cosas atragantadas que no puedo decirte. Escribo para sacarme todo ese peso de encima. Escribir es vomitar en ésta hoja todo lo que no puedo decirte a vos, porque estas lejos, porque hace tres años y dos meses (hará esta semana) tomaste la determinación de hacer como si yo morí para vos, de ignorarme por completo, de no saludarme jamás.
El día estaba nublado y pensé que todo el día iba a estar lloriqueando y escribiendo incoherencias pero de repente salió el sol y quizá eso me haga olvidarme un poco de vos, enterrarte en ese fondo de memoria en el que vivís, mal que seguramente si vos lo supieras te pesase. Me quiero olvidar de vos ¿cómo hago? Ya pasaron tres años, 3, 3, 3 ¿no será suficiente castigo del destino? Digo... no sé.
Textos lejanos de lo que no fue

Tú y yo juntos sólo porque sí.



Estaba distraído en el tráfico, no me asusté cuando la tierra tembló pero me puse a pensar si estabas por ahí bebiendo o si estabas en la sala viendo televisión. Ha pasado un año, creo que ya descubrí como dejarte ir y como dejar nuestra comunicación morir. Tú y yo sabíamos que lo nuestro no era para siempre. Tú y yo sabíamos que no estábamos hechos el uno para el otro y está bien. Si el mundo se acaba tú vendrías verdad? Tú vendrías a quedarte acá...

¿Me amarías sólo por que sí? Nuestros miedos nos darían igual... ¿Si el mundo se acaba tú vendrías verdad?
Si se cae el cielo yo te abrazo más
Tú y yo juntos solo porque sí
No te tendrías ni que despedir
¿Si el mundo se acaba tú vendrías verdad?
¿Verdad?

1 de abril de 2020

textos de lo que nunca fue

Algunos extrañan, otros olvidan. No me quejo, es el círculo natural de la vida.

Hache, fuiste un momento en mi vida que vino y se fue.

No sabes todo lo que corrí para llegar igual tarde a tu vida

En 50 años, ya cuando vos tengas hijos y yo también, la vida nos va a cruzar y yo te voy a poder decir todo aquello que me quedó atragantado en aquellos 21 años. ¿Que loco no?

Ojalá me hubieras mentido, me hubieras lastimado en gran medida con algo a lo que yo no pudiese perdonar. Te juro que eso hubiera evitado todo el dolor de saber que me querías, que te quise, pero que no pudo ser


V
De algún tiempo a esta parte, las cosas tienen para ti el sabor acre de lo que muere y de lo que comienza. Aspero triunfo de tu misma derrota, viviste cada día con la coraza de la irrealidad. El año enfermo te dejó en rehenes algunas fechas que te cercan y humillan, algunas horas que no volverán pero que viven su confusión en la memoria.
Comenzaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no va a extenuarse nunca. El despertar es un bosque de hallazgos, un milagro que recupera lo perdido y que destruye lo ganado. Y el día futuro, una miseria que te encuentra solo: inventando y puliendo tus palabras.
Caminas y prosigues y atraviesas tu historia. Mírate extraño y solo, de algún tiempo a esta parte.

JOSÉ EMILIO PACHECO [Los elementos de la noche]