¿Puedes aceptar que nunca obtendrás respuestas a algunas preguntas?
Si tu respuesta es sí ¿por qué necesitas desesperadamente un cierre con alguien que te dejó sin respuestas? No tener una respuesta es la respuesta. Y, de repente, eres lo único que te impide seguir adelante... Cierra tu propia puerta.
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