Jugamos a quien racionalizaba más, creo que gané yo, pero nos perdimos. Aquel último día no pude reaccionar, era como una hojita del árbol más alto cayendo inevitablemente al vacío, no lo creía realmente, pensaba que volveríamos a hablar y todo sería como siempre. Pero no lo fue. Y ya nunca más te ví, mi vida toda fue un desastre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario