♡ ☮ ♪✿

Tanta fuerza y tanto amor hacen al mundo girar, algún día lo descubrirás . . .

26 de noviembre de 2017

Hache...

(the history that I always like to tell...)

No conozco otra forma de amor que no sea la libertad.

No quiero que cambies, quiero que seas vos, con la libertad con la que nunca antes has sido.

20 de noviembre de 2017

Lo que a tú lado fui me lo guardaré, sólo pido que deje de doler.

Aceptamos el amor que creemos merecer.

Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección.

Yo no soy como esas rubias teñidas que te gustan a vos. Porque yo soy yo y así es mejor.

''Ella tiene la mentalidad de una reina y el corazón de un guerrero. Ella es todo a la vez y demasiado para quien no la merece. Ella eres tú.''               R. H. Sun

La ridícula idea de no volver a verte.

El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra. Es probable que reconozcas lo que digo; quizá lo hayas experimentado, porque el sufrimiento es algo muy común en todas las vidas (igual que la alegría). Hablo de ese dolor que es tan grande que ni siquiera parece que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de pena que no puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oírte.
                                                               Rosa Montero

19 de noviembre de 2017

Y mereces alguien que le brillen los ojos cada vez que te vea.

 Quédate con quien celebre tu felicidad. Ni más ni menos.

''Como si la vida fuera para siempre...''




Lo que a tú lado fui me lo guardaré, sólo pido que deje de doler.

Y gracias al dolor consecuencia de mis propios errores, que luego se transformó en aprendizaje

Sinceridad, risa, autenticidad.

Pero ahora las flores vienen sin mentiras, y la libertad asusta como la verdad que emana su boca.

De nada sirve esforzarse en una relación si al otro le chupa en huevo.

¿Algún día voy a encontrar alguien a quien quiera y con quien me sienta en equilibrio y que sea la misma persona?

30 de octubre del 2017.

Estaba escuchando love de Jhon Lennon y riéndome cuando el Freezer decía que le encantaba rápido y furioso por whatsapp (vaya obviedad, ya lo sabia). A mi izquierda la entrada a biblioteca. Justo tecleaba un jajajaja y se veía en mi cara. Abren la puerta. Me giro y miro. Era él. Con una remera azul. Hermoso como siempre. Me desarme de nuevo. Ese tema. Él. Borre el jajaja y no tuve más ganas de escribirle al Freezer. Se me desdibujo la sonrisa de inmediato. ¿Que habrá sido? No sé. Pero algo que borre así tu sonrisa de un chasquido no podría ser bueno. No podría ser bueno eso que me producía, el verle y no saludarnos. Siempre esquivando el saludo. Antes era él. Ahora sé que yo también lo esquivaba, lo sentía, en la incomodidad de mi rostro.

Pero sólo quien aguante lo peor sera merecedor de disfrutar lo mejor.

Me interesa que creas en el amor, la familia, el esfuerzo. Que tengas ganas de vivir. Que tengas buen corazón, seas buena persona. Lo demás es negociable

¿Y para vos qué importa más? ¿El tiempo o la intensidad?


Reencontrarnos en un curso de idiomas, para después no saber ni decirnos hola.

La costumbre es algo tóxico

Permitite todo aquello que te haga feliz, todo lo que te haga sonreír, todo lo que te acelere el pulso. La vida está ahí.
No quiero pensar, no quiero hacerme la cabeza, quiero disfrutar lo lindo de la vida, de querer y que me quieran. No quiero preocuparme.

Ironía es que ahora odie su risa, que era lo que antes más amaba.

Comprendí que no podía soportar la idea de no volver a oír nunca más su risa. Era para mi como una fuente en el desierto.

No es como yo. Sabe más del amor que de historias, y yo... al revés.

Nos quedamos con las personas que saben ser alimento que sacia por dentro y trae paz. O libertad.
                                      Jae

El amor suele doler, si embargo otras puede durar...

Tantas personas queriendo coincidir con uno, y uno siempre queriendo las personas equivocadas ¿No?

Demasiado bueno para ser real.

Engancharse es como ese colectivo que corres aunque ya sabes que lo perdiste y seguis corriendo como pelotudo. Después puteas pero al final igual te matas de risa.

Pero hay esperas que valen la pena.

Las cosas inolvidables las hice sin pensarlas tanto. No conozco nadie que pueda ser feliz sin dejarse llevar por lo que siente.

Mi historia con Hache.

Esta es mi historia con mi innombrable al cual llamo Hache. Primero yo fui su innombrable más de un año. Lo conocí en el 2015 en la facultad. Un compañero mío era su amigo y teníamos gente en común. Él al igual que yo siempre estudiaba en la biblioteca e intercambiamos miradas pero nada más. Era el típico chico nerd que nunca te iba a encarar, de anteojos y ortodoncias. Un día yo entraba a fotocopiadora y él me abrió la puerta, me dejo pasar y me saludó. Siempre me llamo la atención lo caballero que era. Su personalidad contrarrestaba su apariencia de pibito desgarbado de anteojos y ortodoncias. A la semana era el cumple de una amiga en el boliche y el estaba con su grupo de amigos en ronda al lado mío. Varios me habían hablado, incluso un profesor amigo de él, pero yo era evidente que lo miraba a él. Era el más tímido y educado de todos. Después de un rato largo y de ver como yo estuve rechazando pibes toda la noche su amigo nos hace bailar. Todos nos miraban y lo cargaban como si ocurriese algo. No nos despegamos más. Y eso que yo soy de madera. En un momento me doy cuenta que todas mis amigas se habían ido y yo estaba sola bailando con el. Le digo: banca me voy a buscar a mis amigas. Me dice: decime no mas si te querías ir. (Nada que ver). Me voy. Al otro día le mando un mensaje por face disculpándome por irme sin saludar. Yo esperaba que el pibe me hable y nada. A la semana salgo con la idea de cruzarmelo y nada. Vuelvo ebria y le hablo. Charlamos. A los 10 días me vuelve a hablar. Un mes y me pide mi numero. El pibe era re lento, lo cual a mi a tengo mis tiempos me gustaba más aun. Un mes después fallece la mamá de mi ex en un accidente horrible, en octubre. Mi ex con el cual había cortado hace un año. Me llamo en el mismo momento y me pidió que lo acompañe, después para volver. El estaba destrozado y yo por lastima (me di cuenta después) y por priorizar a los demás volví con el y deje toda mi vida ya rehecha. Me deje de hablar con Hache (innombrable) con el cual me estaba conociendo y hablaba todo el día. No le di explicaciones, no sabia que decirle. Estuve con mi ex acompañándolo y eramos como hermanos. 9 meses después lo dejo porque no lo amaba, solo lo acompañaba en su duelo. Me moría de ganas de volver a hablarle al innombrable pero no me animaba. Lo veía casi todos los días en la facu. Un día el me saluda re contento y una de mis amigas me dice: háblale. Le digo que no y me saca el celular y le habla ella. Me contesta. Desde ahí volvimos a hablar. El estaba ofendido y con razón por mi desaparición de un año antes, aunque una amiga en común le había explicado como fueron las cosas. Volvemos a hablar y todo como antes, empezamos a vernos, el estaba enganchadísimo y yo también. Eran vacaciones y vuelve un viejo amor de verano. Nos histeriqueábamos, chapamos dos veces y un día fuimos al cine. No se porque lo hice, ni siquiera lo quería, creo que porque siempre fui tan tranquila y mis amigas me decían que no vivía la vida. Pero no. Jugar a dos puntas no es vivir la vida. A la vez pensaba: si total con Hache voy a estar toda la vida. Tres meses después mi innombrable me pide que sea la novia y me quiere llevar a conocer a sus viejos. En ese momento le dije que si. A la semana me di cuenta que no quería estar de novia, que si me ponía de novia con el iba a estar hasta el casamiento más o menos porque era tan bueno, era el pibe perfecto, cariñoso, buena persona, sincero, atento. Se lo dije y el empezó con que yo no lo quería, que si no quería un noviazgo no lo quería. Un mes después me dice: tenemos que hablar. Viene a casa y me dice: si no te queres poner de novia se termina todo acá. Me tomo por sorpresa y no supe que decir, no dije nada. Se fue y nunca más volvimos a vernos los dos a solas. Esa semana seguimos hablando y se preocupo por como estaba. Después dejamos de hablar.
Yo que lo quería, pensé que me iba a casar con el pibe si me ponía de novia porque era ideal para mi. Yo que creo en el karma, me sentía culpable por lo que había hecho mientras ya estaba con él. Pensaba bueno vamos a volver a hablar. Pero un mes después ya no había rastros de él en mi vida y yo tenía mas presente que nunca lo que lo quería y lo extrañaba, su ausencia me había hecho dar cuenta de todo lo que significaba para mi y lo incondicional que fue siempre. De su forma de hacerme saber siempre que todo iba a estar bien. Me empede y le mande unos cuantos mensajes a facebook siempre sin respuesta. A las 3 semanas me contaron que el estaba conociéndose con alguien. Camine 5 km bajo la lluvia llorando cual peli de drama. Me enbronqué mal. Primera vez que mi vieja me vio llorar por un pibe (ni con mi relación de 4 años me había pasado). Me hicieron empezar terapia. Veo mejoría pero no me olvido. Se que el me quiso. El no sabe cuanto lo quise. Lo volví a cruzar. Primero me dio vuelta la cara, después con los meses me empezó a saludar pero nada más. Todavía lo cruzo aunque sea dos veces por semana en biblioteca. Me sigue revolucionando todo. Pasaron 9 meses y no puedo dejar de pensar que yo perdí a la persona de mi vida por creer que la tenía y que iba a estar siempre. Por no darle en el momento lo que se merecía, toda mi atención. Las cosas se dieron vuelta y ahora él es mi innombrable. Esto me enseño de la forma más difícil a valorar siempre a las personas cuando las tenemos, a actuar siempre con el corazón y no siguiendo lo que dicen los demás o porque todos lo hacen. Vivir la vida y disfrutar los que tenemos, nada es más lindo que eso. Y las historias, que guardamos siempre en el corazón.

18 de noviembre de 2017

Y gracias por el aprendizaje, Hache.

Leí una vez que, cuando no podemos expresar nuestros sentimientos porque las palabras se agolpan en la garganta, cuando no nos va a escuchar quien tiene que hacerlo o cuando, simplemente, es mejor quedarse en silencio, lo mejor es escribirlo. Y funciona. Me funcionó en su momento. Hoy, me he visto reflejada en las pupilas de un desconocido y me he reconocido, tiempo atrás, en una situación similar. Por ello, he escrito estas letras. Para todas aquellas personas que necesitan decirse algo a sí mismas y a alguien en especial.
No se trata de rencor, no se trata de querer y no poder. Que no queremos cambiar nada y de nada serviría poder hacerlo. Porque en algún momento de tu vida alguien te dejó marchar, y aunque haya llovido bastante desde entonces y sus huellas se hayan borrado por completo, de vez en cuando, recuerdas que un día alguien te dejó marchar. Y hoy, simplemente, quieres darle las gracias porque sin él, o sin ella, y esos días grises, hoy todo sería diferente. Por lo que, a quien nos dejó marchar le doy las gracias por habernos construido.
Hubo días malos. No vamos a fingir que no ha sido así. Hubo días muy malos. No sé si los hubo para ti, me imagino que sí. Cuando algo se acaba, aunque una de las partes esté totalmente convencida, siempre duele. No porque tengamos alguna duda, ni porque no lo deseemos, sino porque en algún momento, cuando todo comenzó, pensamos que el final no llegaría nunca. Y sin embargo, llegó, porque todo acaba, de una manera u otra.
Pero también hubo días buenos. En los que comparas, y te das cuenta de que tal vez es mejor así. Y que, probablemente, hubiera sido mejor así desde hace más tiempo del que queríamos creer. Que nos aferramos tanto a algo, simplemente por rutina o por comodidad, que olvidamos todo lo bueno que nos estamos perdiendo. Y me resulta sorprendente, cómo una persona puede cambiar por su pareja, moldearse hasta perder su esencia y volverse en blanco y negro, perder todo el color.
No te deseo nada malo, de hecho, espero que encuentres el amor y, que esta vez, no tenga punto final. Digamos que este es momento “Someone like you” de Adele pero, bromas aparte, has de saber que no hay aversión en mis palabras. Que, simplemente, las cosas no siempre salen como queremos. Que esa frase de “no eres tú, soy yo” tiene más sentido de lo que queremos creer. ¿Que qué pasó? La vida. De nada sirve estar con alguien por pena o compromiso, simplemente es alargar lo inevitable. Has de saber también que las cosas se pudieron hacer mejor, pero que tampoco es fácil. Que los hechos se van desencadenando un poco al azar y otro poco con la mala suerte.
No lo sé. No sé qué pudimos haber sido. Y ahora, la verdad, no me importa. Me importó en su momento, y esa idea rondó por mi cabeza hasta que mi imagen de ti se difuminó y se perdió entre mis recuerdos. Porque, si algo tengo claro, es que siempre permanecerás ahí, en alguna parte de mi memoria, como alguien especial. Que si nos encontramos, no quiero que actuemos como desconocidos, porque si algo duele realmente es fingir que algún día no fuiste importante para mí.
Pero alguien ocupó tu lugar. No tiene por qué ser una pareja. Tal vez fue una amiga, un amigo, tal vez un familiar, un compañero, un hobby. Y, obviamente, alguien ocupó el mío. Y así es como ha de ser, no quiero huecos vacíos en ningún corazón. Pero también tengo que decir, a quien me dejó marchar, que es una decisión con la que tendrás que cargar el resto de tus días. Que puedo prometerte, que jamás encontrarás alguien como yo, al igual que estoy segura que nunca conoceré a nadie como tú. Porque todos somos únicos, inigualables, especiales desde los pies a la cabeza. Que nadie te volverá a mirar con los mismos ojos, ni te sonreirá de la misma manera. Que nadie volverá a hacerte reír del mismo modo. Ni a hacerte llorar. Y tal vez, en algún momento, cuando creas que me olvidaste, alguien pasará a tu lado con mi perfume y durante unos segundos volverás tiempo atrás. Y pensarás. Pensarás en mí.
¿Sabes qué creo? Que un día cualquiera, una mañana cualquiera, después de un tiempo, te despertarás con alguien a tu lado y te darás cuenta de que me echas de menos.
Hay historias que nunca acaban pero, del mismo modo, hay otras que nunca llegaron a empezar. Te deseo lo mejor a ti, y a quien te dejó marchar, por hacernos libres.
                    Autor desconocido

14 de noviembre de 2017

Las relaciones entre personas cumplen un ciclo y se desvanecen. Algunas duran meses, otras años o toda la vida.

Yo escojo amarte en silencio porque en el silencio no encuentro rechazo. Yo escojo amarte en soledad porque en soledad nadie es tu dueño pero yo sí. Yo escojo amarte desde la distancia porque la distancia me protegerá del dolor. Yo escojo besarte en el viento porque el viento es más suave que mis labios. Yo escojo tenerte en mis sueños porque en mis sueños tu no tienes fin.
             Shoshan. 

Querido X - Irene Jotadé (Texto: Cori García)

13 de noviembre de 2017

La vida es demasiado corta como para no alargar los momentos en que estamos juntos.

Nunca ignores a una persona que te ama y te cuida, porque un día te darás cuenta de que perdiste la luna contando las estrellas. (te extraño Hache)

Hay heridas que en vez de abrir la piel te abren los ojos.

¿Puedes aceptar que nunca obtendrás respuestas a algunas preguntas?
Si tu respuesta es sí ¿por qué necesitas desesperadamente un cierre con alguien que te dejó sin respuestas? No tener una respuesta es la respuesta. Y, de repente, eres lo único que te impide seguir adelante... Cierra tu propia puerta.

8 de noviembre de 2017

Kings Of Leon - Use Somebody



He estado vagabudeando por ahí. Siempre mirando hacia abajo con todo lo que veo. Caras pintadas, llenan los lugares que no puedo alcanzar. Sabes que me vendría bien alguien. Sabes que me vendría bien alguien. Alguien como tú, y todo lo que sabes, y como hablas. Innumerables amantes clandestinos de la calle. Sabes que me vendría bien alguien. Sabes que me vendría bien alguien. Alguien como tú. Fuera en la noche, mientras tu lo vives, yo me voy a dormir. Provocando guerra para dar forma al poeta y la paliza. Espero que haga que te des cuenta. Espero que haga que te des cuenta. Alguien como yo. Alguien como yo. Alguien como yo, alguien. Estoy listo ya. Alguien como tú, alguien. Alguien como tú, alguien. Alguien como tú, alguien. He estado vagabudeando por ahí. Siempre cabizbajo con todo lo que veo

Y ahora que está claro que ninguno de los dos fue tan valiente...

“Te libero de mí, de mis males, de mi mal genio, de los domingos por la tarde en donde nunca puedo más, del odio a mi cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas. Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento. Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, sin peinar. Te libero de mi consciencia , del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huída inevitable. Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras menos.

― Mario Benedetti

Te libero de mi....

No me va tan mal, te lo aseguro. He descubierto gente que me hace reír. He vuelto a encontrarme, por las mañanas, cuando no estás a la hora del café; por las tardes, cuando vuelvo de trabajar y debajo de la manta no hay nadie. No me va tan mal, créeme. Estoy bien, aunque te sigo viendo una décima de segundo en cada café, cada vez que cojo esa manta y busco algo en lo que apoyarme. Te lo digo: no es lo mismo ser que estar y tú ya no estás, pero sigues siendo. Estoy bien, he abierto los brazos para llenarlos de recuerdos nuevos en los que no aparezcas tú; y, sin embargo, te confieso: aún no tengo los suficientes como para dejar de sentir frío. Aquí ya no estás, a pesar de que te veo.
Escribir es la forma más dura y menos valiente que he encontrado de decirte que te echo de menos incondicionalmente, pero que necesito vivir conmigo –tanto o igual que lo haces tú sin mí-.
 Esto es, si ya no podemos ser uno, lo mejor es que comience a aprender a ser yo. Que me han dicho por ahí que, fundamentalmente, quien tiene que estar conmigo soy yo misma. Y tú, tú hace mucho tiempo que ya no estás aquí, aunque pueda seguir viéndote en todos los lugares por los que voy. Ya sabes, esos que te guardan todo el cariño que te sigo guardando yo porque nos deben y les debemos todo lo felices que algún día fuimos: porque por encima de todo lo malo, está que supimos hacernos reír de verdad.
Será difícil dejarnos de ver, pero el mayor consejo que puedo darnos es el de ser tan fuertes como nos atrevimos a serlo cuando decidimos empezar. Sé que no es lo mismo, que ahí estabas tú y estaba yo; sin embargo, podremos hacerlo, podré lograrlo.
Te libero de mí. También me han dicho por ahí -y esta es la verdadera función de este escrito- que la mejor forma de acabar con el dolor es liberándolo. Por ello, sin rencor y sin odio, te ofrezco toda la libertad que necesites: no me refiero a algo que ya está claro, que te has ido; sino a dejarte ser de verdad, sin culpas ni remordimientos, sin más llantos. Para ello lo mejor, al menos por ahora, es que nos olvidemos de todo: de los domingos en tu casa, de las películas compartidas en las que yo siempre me dormía, de las comidas que nunca más haremos. Dejemos ir los sueños que no hemos cumplido, mi mal humor que impedía tu sonrisa, la tristeza, nuestra alegría. Pasemos página.
Digamos adiós a las ciudades que nos vieron juntos, a las primeras veces que siempre seguirán siendo, a lo que me has enseñado y a lo que pude haberte enseñado. Partamos de cero. Te libero de mí, de la misma manera que consigue hacerlo cada rincón que nos vio algún día y ya no nos ve.
Me despido sin saber hacerlo del todo, porque sé que es obligatorio si no quiero que la despedida sea hacia a mí, definitivamente. Estoy segura de que en esto también estás de acuerdo: si no podemos ser como quisimos, lo más sano es que seamos de otra manera; y si ahora no hay manera, lo único que puede curarnos es que no seamos. Así que este día donde quiera que te encuentres hoy cierro mis ojos porque el día de hoy te libero.
Cristina Medina

2 de noviembre de 2017

Ya no te quiero, pero siempre te querré - Por Irene Jotadé



Ya no te quiero. La primavera me robó tu última sonrisa y el otoño la marchitó pro completo. 
Tenías la capacidad de controlar el tiempo, de volver los segundos horas o simplemente parar los inviernos. Necesitaba a alguien así, alguien a quien le importara un bledo el reloj, el calendario, los números... Y te fuiste con la cena a medias, y aún está tu ropa colgada en mi pecho, pero ya no te quiero. Me di cuenta la mañana que me levanté sin pensar en ti, en tus lunares, en tus ojos. Sabía que querer es algo así como hacer paracaidismo sin haber comprobado antes si el paracaídas se abre y ahí estaba lo bonito, para después estrellarme y darme cuenta de que ya no te quiero. Prometo que no guardo nada tuyo, ni si quiera cierro los ojos cuando me viene a la cabeza tu aroma, tampoco paseo ya por el parque donde sellamos nuestro primer beso, porque por fin ya no te quiero. Las mariposas se volvieron larvas, me atreví a fingir amor por mí, no pronuncio ni tu nombre y aunque hoy te escriba esto prometo que no te quiero. Ya no hay cosquillas mañaneras, bailes improvisados en el tejado o desayunos sobre tu espalda, porque tú ya no me quieres, y ayer tampoco me queríasFui una okupa en tus corazón, muy pocos metros cuadrados para una chica con tantos sueños, yo no cabía. El viento me abofeteó las mejillas cuando te lloré más de una vez, y por eso dejé de sufrir por amor la mañana que me desperté sin pensar en ti. Pero te confieso que a veces una lágrima se revela contra mi, que a veces sonrío cuando te imagino delate mío y que miro de reojo tu balcón pro si decides asomarte... porque sé que ya no te quiero, pero sé siempre te querré. 

No me voy a olvidar de ti - Irene Jotadé (Texto: Loreto Sesma)



No me voy a olvidar de ti porque he querido más a esos ojos que a mis propias manos y eso que con ellas amortiguo cada caída. No me puedo olvidar de ti porque voy a echar de menos cada mísero momento que he pasado riendo contigo, porque cuando eres testigo del asesinato nunca más puedes llegar a olvidar la cara de la víctima. No me olvidaré de ti porque he jurado demasiadas veces que eras el amor de mi vida, porque he llorado más tu vida que lo que voy a llorar jamás por alguien. No olvidaré que he puesto nombre a tus brazos y que los he llamado libertad, porque he sentido estrellas en los dedos cada vez que entrelazábamos las manos, porque no he necesitado jamás planos para construir mi vida junto a ti. No me puedo olvidar de ti, porque te he querido a sangre y a fuego, porque me has curado las yagas de tanto morderme las entrañas, porque las legañas de tanta vida durmiendo se me cayeron el mismo día que tú me dijiste te quiero. No me voy a olvidar de ti porque he navegado en muchos mares, me he ahogado en demasiados bares, y ninguno ha conseguido que no acabe pronunciando tu nombre. Los cañones de Espronceda nos han explotado en las manos y ahora miro a los lados y sólo veo la polvareda que ha levantado este vendaval de miedo. Ya no se mantenerme de pie en ese punto estratégico que decías que había en los huracanes, en donde no te afecta su fuerza ni nada te arrastraba a la muerte. No me voy a olvidar de ti porque no quiero, porque me pesa más el 10 a la espalda que esta espada que me atraviesa cuando se abre la puerta y la vida me arrastra el paso del tiempo. Este latido no perdona y este 'te quiero' que te digo ya no llega a su destinatario pero si permanece en la memoria. Y si es lo único que queda, es lo único que voy a cuidar, para siempre...